Desde sus origenes, los Museos de Historia Natural han estado ligados a la fotografia, ya Louis Daguerre patento su Diorama en 1822 y la historia misma de la fotografia nos ha mostrado el uso de fondos en los estudios fotograficos del siglo XIX.
Las mismas condiciones fotograficas dieron pauta a la creacion de escenarios fantasticos e irreales pues se necesitaba de un laboratorio ya sea para sensibilizar el material y procesarlo inmediatamente.
Me imagino que se creaban grandes puestas en escena, donde se les solicitaba a los participantes absoluta seriedad y colaboracion ademas de que era un trabajo totalmente artesanal, ya sea como pintar el fondo y tener todos los elementos que ayudarian a la realizacion de la toma.
Despues de trabajar en una revista de historia de la fotografia comprendi que los historiadores buscaban respuestas en estas imagenes, necesitaban que les contaran una historia para despues contarla.
De manera singular empece a contemplar los fondos usados en las imagenes del siglo XIX, no solo me gustaban, me fascinaban, y tambien empece a contar mis propias historias, mi imaginacion empezo a volar.
En mi ultimo trabajo me he enfocado en la realizacion de imagenes en donde uso fondos que yo pinto y despues fotografio, me imagino una fotografa del siglo XIX.
Mis visitas a Museos de historia Natural son obligadas, veo los animales, los fondos, los escenarios, fotografio todo aquello que me pueda servir. Y no dejo de imaginar, entonces, mis preguntas comiezan: es mi proceso creativo.
Tengo mil dudas en mi cabeza: si esos animales son reales?, quien pinto los fondo? por que seguimos contemplando estos espacios? para que sirven?; a veces no tengo respuestas, solo se que me gustan fotografiarlos.
Me gusta contemplar, crear imagenes para contemplacion, por eso creo que estos escearios son magicos.
Durante mi estancia en L.A. creo que mis ideas anteriores se han visto confrontadas, visite la Galeria la Luz de Jesus y pude admirar el trabajo taxidemico de Sarina Bremer, asi como tambien pude ver una noticia en Los Angeles Times sobre un oso volador; la nota parece indicar que se alejo de su habitad en busca de alimento, la cuestion es que lo sedaron y lo hicieron caer en un colchon de aire para despues llevarlo de regreso.
Tambien descubri que los animales de los Museos de Historia Natural no son reales, sino son replicas muy finas, de tal manera que el acabado parece de lo mas real.
Todo esto me deja mucho que pensar para posibles imagenes en un futuro.