Taller de fotografía para niños. El fotógrafo viajero

El fin de semana pasado termino uno de los talleres más lúdicos y divertidos que se han dado en Photo Linterna Mágica. Eran alrededor de 13 participantes los más pequeños de 6 años, algunos otros de 12 años. Todos con un gran entusiasmo emprendieron durante dos fines de semana un viaje imaginario para conocer la vida y obra de Mariana Yampolsky y en compañía de Patricia Priego disfrutamos de una manera diferente el llamado quehacer fotográfico.
Algunos pequeños pensaban que iban a aprender técnica fotográfica, cosa que fue diferente, este taller Patricia Priego nos fue conduciendo a la fascinante vida de la fotógrafa para que los pequeños realizaran un álbum referente al trabajo de Mariana finalizando con una toma en donde se escenifica con una lona el bocho de la fotógrafa.
En realidad fue más una fiesta de recortar y pegar. Diamantina, foamy, resitol, colores y demás no dejaban de circular por todo el taller. Finalmente decidimos terminar con un convivió en donde todos los niños se organizaron en traer para todos, galletas, helados, zanahoria, jícamas y frituras. Mejor no pudo ser. Pronto tendremos otro, pues el éxito fue rotundo. Gracias a todos los pequeños y a los papas de los pequeños, también….

La obra de referencia de Mark Manders.

La obra de referencia de Mark Manders.

Mis referencias visuales las encuentro en todos lados, los proyectos y las ideas siempre andan frente de mi, y como esta historia que contaré a continuación, así siempre me sucede.
Después de semanas recogí mi libro de autor de una muestra que participé en el Museo de Arte Carrillo Gil, revisando la publicidad del mismo museo encontré un programa que hacía referencia al trabajo de Mark Manders; un nombre que jamás había escuchado y por lo tanto mucho menos conocía su trabajo.
En la portada de dicho programa hay una imagen que me provocó desconcierto y a la vez el deseo de ver el trabajo de Manders, para mi mala suerte, todavía no estaba abierta al publico la exposición.
Me quede enganchada con aquella imagen, parecían perros, sin piel medio amorfos, pero a la vez todos iguales, echados en el suelo como si estuvieran dormidos, dos de ellos cubiertos con plástico transparente. Era una imagen que ya había soñado, en mi caso, era la carne de un conejo, sin piel y de la misma manera cubierta con plástico.
La semana pasada por fin visité la exposición y me ha encantado. El uso de los objetos y su entorno y la manera de como están articulados en función de la experiencia física del espectador, objetos cotidianos y aparentemente sin ningún fin. Un trabajo transparente y sin pretensión alguna.
Lo más importante no es lo que ves, si no el proceso creativo del autor, la autorreferencialidad del artista donde reina el absurdo y el sin sentido.
Es el caos de la confusión, uno no llega a entender qué es lo que esta viendo y sin embargo, todo significa. Como un trabajo en obra negra, el autor traslada parte de su estudio al museo para presentar piezas aparentemente sin terminar, bocetos, fotografías, esculturas y plásticos que en su conjunto van dando información del autor a su vez que van mostrando el proceso creativo del artista.
Es una exposición que vale la pena visitarla y como lo mencione anteriormente es un trabajo trasparente y sin pretensión alguna solo entender que es un trabajo en proceso y en mi caso me ayuda a darle forma a algunas de mis imágenes.
Obra de referencia, Mark Manders la puedes visitar en el Museo de Arte Carillo Gil. Av. Revolución 1608, San Ángel hasta el 17 de abril del 2011