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martes, 15 de junio de 2010
Procuro dibujar para no olvidar....
Recientemente me ha dado por dibujar, trato de hacer bocetos, siempre los hago, unque sean mentales, las imágenes siempre circulan por mi cabeza.
Cada fotografía está perfectamente planeada, procuro no dejar de imáginar el resultado final de mis imágenes.
Cada elemento que coloco en mi cuadro, espero que sea narrativo, que cuente una historia.
Al mismo tiempo cuando trato de dibujar me doy cuenta que mis dibujos son demasiado primitivos, acepto que no sé dibujar y que me encantaría aprender.
Así, mis dibujos son bocetos para no olvidarme de la fotografía que debo de hacer y poder armar mis escenarios que después serán fotografiados.
Pero ya no quiero solo fotografiar, quiero dibujar y me enfrento a mi realidad de no saber nada de perspectiva, ni de sombras y volumenes, entonces... ¿cómo es que hago fotografía?
Un miedo absoluto se apodera de mi y con lo que sé, trato de dibujar y enfrentarme al papel en blanco me da un terror absurdo e infinitamente inimaginable, ahora entiendo al Principito cuando solicita al piloto un dibujo de un cordero.
Hemos dejado de mirar y también de imaginar, la inmediatez de las imágenes nos impide ver más allá de nuesto alrededor. Todo mundo toma fotografías y una vez más las almacenamos en contenedores como ordenadores, discos externos y demás; guardamos ahí nuestra memoria.
Y con un trabajo abismal ni siquiera podemos escribir para contar nuestras propias historias, dejamos que otros las cuenten por medio de las redes sociales.
Es el lugar ideal para mostrar nuestras imágenes, todos nuestros amigos y conocidos contarán y reinterpretarán nuestras fotografías.
Solo publicamos lo que queremos y como queremos que nos miren...
Hoy publiqué una imagen donde soy un bebé, pero y sí esa no soy yo? ¿y qué pasaría si en lugar de subir fotos fueran dibujos?
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