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viernes, 17 de febrero de 2012

Woodman en el SFMOMA

Francesca Woodman en el SFMOMA

Una de mis más grandes influencias en mi formación como fotógrafa ha sido el trabajo de Francesca Woodman. Desde que conocí sus imágenes quede fascinada por ella, me llamaba la atención el uso de su propio cuerpo, la fragilidad y desolación de su obra.
En sus imágenes hay una constante ausencia violenta, intimista y etérea, detrás de su trabajo hay miles de preguntas que no termino de responder, a su corta edad dejo una gran producción, pues se suicido a la edad de tan solo 22 años.
Hace un par de meses me enteré que estaba una gran exposición retrospectiva de ella en el Museo de Arte Moderno de San Francisco (SFMOMA). Han sido muy pocas las veces que he logrado ver originales de su obra y sin pensarlo decidí ir a ver su exposición.
Sus padres resguardan su acervo de más de 800 imágenes, en las reseñas de la exposición que logre revisar antes de ir se comentaba la exhibición de imágenes nuevas.
La visita al SFMOMA fue única, los vintage de Woodman son verdaderamente una maravilla, las impresiones son impecables, sus pequeños formatos tan intímos, acercan al espectador a un mundo misterioso y sin sentido. Hay grandes impresiones cianotipias e impresiones en plata gelatina que rompen con la idea que tenía de que solo imprimía en pequeño formato.
Pude conocer y acercarme un poco más a su trabajo pues en algunas salas se encontraban sus notas y libros de artista que llego a realizar.
Su proceso creativo estaba conformado de la experimentación y algunas notas que realizaba. Dentro de su trabajo como estudiante el SFMOMA presentó algunas de sus películas que realizó en ese periodo. Un impresionante cuerpo de trabajo, con una madurez única.
Una exposición que me asombró en cada momento y me conmovió hasta lo más profundo de mi corazón.
Estuve solo un día en San Francisco para poder ver esa exposición y debo de confesar que no conozco esa Ciudad, pero en realidad en ese momento es lo que menos me interesaba, solo quería ir a ver la exposición. Tuve que regresar a Los Angeles por cuestiones de trabajo. Así que ya regresaré con calma a San Pancho.
Quiero agradecer de manera especial la hospitalidad de Violeta García y familia y por supuesto de la familia Lerner.
Esta visita ha sido una de las mejores de mi vida. Mil gracias….