La desilusión inevitablemente llaga a mi de
manera que no me lo esperaba, siempre me pregunto ¿para qué suceden este tipo de
acontecimiéntos? Algunos me dirán que es parte de la vida y la experiencia,
otros más, que mejor me vaya a dar
una limpia a Catemaco.
La historia es la siguiente: en una de mis
primeras citas románticas con un "Artista Contemporáneo" que por obvias razones
omitiré su nombre; termino en un
viejo dicho mexicano, “aquí corrió, que aquí quedo”, (debo declarar que después
de estos acontecimientos nuestra incipiente amistad y todo lo demás, terminó).
Al final no comprendí que sucedió, creo que
fue el exceso de alcohol, la luna, el tipo de cambio del peso frente al dólar o
tal vez la aproximación de un meteorito.
Lo que si me quedo muy claro fue mi capacidad
de relacionar los hechos, buenos o malos, siempre me dan ideas.
Dentro de la confusión y desilusión que
sentía, tuve que salir a un viaje programado a la ciudad de Los Angeles,
deseaba visitar la exposición Cuerpo y
sombras: Caravaggio y su legado en el museo del Condado de los Angeles (LACMA) .
La exposición no fue lo que yo esperaba, paralela a la exhibición se encontraba la restrospectiva del
director de cine Stanley Kubrick.
La exposición abarca el trabajo, antecedentes
y bocetos de la trayectoria de este director. Pude conocer sus inicios como
fotógrafo de prensa en la década de los cuarentas y sus películas representadas con los guiones
originales, anotaciones, fotografías, accesorios y vestuario de sus películas.
Consideró que parte del proceso creativo de
todos los artistas, es descubrir y comprender sus referencias visuales pero
sobre todo el llamado “lado
oscuro”
Este lado oscuro que nos permite de manera creativa explorar y
exorcizar nuestros propios demonios.
En esta exposición descubrí a un Kubric excesivo y obseso, me fascino su lado más oscuro, todo una reflexión en torno a la condición humana, principalmente a la ambigüedad, al miedo y la violencia.
En sus películas predomina una paleta
cromática hacia el color rojo y un dato que me pareció increíble: en 1972 Kubric
visitó la exposición de Diane Arbus en donde conoció la imagen de las gemelas
realizada por la fotógrafa. Dicha imagen sería la referencia visual para la
película del Resplandor.
Mi historia personal se conectaba con la
exhibición y algunos datos curiosos, la protagonista del Resplandor escapa de
la transformación inexplicable de su marido interpretado por Jack Nicholson, mi
acompañante de aquella noche, también se transformo de manera inexplicable.
Con esta experiencia, ideas y bocetos que rondaban mi cabeza
comenzaron a reconectarse, la desilusión se convirtió en más allá de una
experiencia desagradable en una solución visual de un proyecto.
En fin, bien dicen que por algo pasan las
cosas. Pronto enseñaré las piezas realizadas a partir de toda esta historia.
Mientras les comparto que tengo una
colaboración en este mes en la
revista Picnic, no dejen de leerla y hasta la próxima entrega.
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