Tengo seis meses en el Proyecto de Oficina de Arte,
coordinado por el Arquitecto Lorenzo Rocha,
una iniciativa para que artistas tengan su estudio y espacio para la creación de sus proyectos artísticos en el Centro de la Ciudad de México.
Mi historia es la siguiente: En los últimos años
había estado sola produciendo en mi taller-casa, sin darme cuenta poco a poco me convertí en una ermitaña.
De alguna manera mi taller tenía que vivir de algo. Había
que pagar la renta, así que comencé a dar cursos y talleres. Photo Linterna
Mágica fue tomando forma y nombre.
Desde mi computadora y con ayuda de algunos exalumnos y
amigos, empezó a crecer mi proyecto.
Tres años más tarde y por motivos ajenos, tuve que dejar mi taller-casa. Decidí
darme un tiempo e ir a vivir a Los
Angeles. Embodegué mis cosas en casa de mi madre y me fui.
Cuando regresé decidí moverme al Centro de la Ciudad. Por
algunos meses no tuve suerte, no
encontraba un lugar donde poder instalar mi espacio de trabajo, estaba desesperada y necesitaba producir.
En el mes de diciembre del 2012, recibí un correo donde se
me invitaba a participar por medio de una convocatoria en el Proyecto Oficina
de Arte, sin pensarlo hice una cita con Lorenzo.
Apliqué a la iniciativa y para mi fortuna quede. Me gustaba la
idea, aunque por mucho tiempo había vivido en mi taller, había llegado el
momento de separarnos.
Oficina de Arte se encuentra en la calle de Correo Mayor, mi
deseo se había cumplido, estaba feliz.
Mis vecinos siempre fueron cálidos y amistosos, me sentía
rara, era la primera vez que no estaba sola.
Photo Linterna Mágica se instaló y pronto comencé a dar
cursos y talleres. Tenía tanto estímulo visual. En las calles de Correo Mayor,
la Merced y el Mercado de Sonora eran lugares obligados a visitar para mis escenografías
y puestas en escena. Todo al
alcance de mi mano.
Poco a poco fui conociendo el trabajo de mis compañeros, me inspiraron además de que creció un compañerismo
que no había experimentado. Con el tiempo deje de ser una ermitaña.
Meses más tarde encontré un departamento para vivir cerca de mi taller-estudio. Mi
producción fue creciendo así como mi amistad con mis compañeros.
Cada uno fue alimentando mi alma y corazón: Ana con su
increíble humor negro y sus hermosos paisajes, Ricardo con su forma inigualable
de ser y sus implecables dibujos, Jessica siempre con su enorme sonrisa y sus
sobresalientes intervenciones en el espacio, Danyra y sus bordados lúdicos y
divertidos , el introvertido de Daniel y su magnificas esculturas y por último,
Jesús que junto con José María Velasco reinterpreta su obra de una manera
única.
Mi taller-estudio se ha convertido en un oasis para mi
creación, estoy tan contenta de estar en este proyecto, pero sobre todo de
tener unos compañero únicos. Ha sido una gran experiencia y espero estar por mucho tiempo.
Nos vemos en la próxima entrega
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