El año del conejo

Han sucedido muchas cosas en mi vida que a veces deseo tomar distancia solo para poder comprender lo que pasó. Ante desilusiones y decepciones no me queda más que seguir adelante y como libro de superación personal sacar ventaja de lo que pasa.
Sin embargo, me deprimo, me jalo los pelos y miro al de a lado y comparo su vida con la mía; justo cuando hago eso, (que es casi siempre) dejo de mirarme y de ver lo maravilloso que es mi vida.
Tengo un conejo-perro que adoro y a la vez me ha inspirado a una nueva serie sobre conejos. Mi historia personal y sobre todo mi infancia se relaciona con los conejos. Para mi suerte o desgracia no fue agradable; sin embargo esas historias me inspiran y por lo tanto puedo hacer mis imágenes.
Este año, es el año chino del conejo, sé y me lo dice mi corazón que será un buen año.
Así, he decidido escribir y fotografiar todo lo que pueda. Con la escritura se me aclara la mente y a la vez que logro verbalizar mis ideas y ordenarlas en mi mente. Muchas de mis imágenes son bocetos de ideas que previamente dibuje en mi bitácora. Les doy salida y poco a poco las voy refinando y ajustando; para llegar a una foto terminada o serie pueden pasar días, meses o años.
Son los llamados procesos creativos y ante eso he aprendido a ser respetuosa, disciplinada y paciente.
No dejo de jalarme los pelos, pero por lo menos los actos creativos me permiten alejarme y reflexionar y ante las decepciones no me queda más que agradecer que las cosas suceden por algo y que el mismo tiempo después me dará la razón.